La obesidad en la población infantil se ha triplicado y diversos estudios calculan que en 2050 alrededor de un 30% de niños y niñas podrían padecer obesidad. El estilo de vida es determinante a la hora de controlar y prevenir esta enfermedad. Sin embargo se está perdiendo la adherencia a los estilos de vida tradicionales y la dieta mediterránea y atlántica. Además el tiempo que el niño es obeso deja una impronta metabólica en sus tejidos con repercusiones a corto, medio y largo plazo. Por este motivo es necesario actuar de forma temprana. Si los datos sobre prevalencia de obesidad siguen así, apuntan los expertos, los niños vivirán menos y con peor calidad de vida.
¿Qué consecuencias para la salud tiene la obesidad infantil?
En la actualidad hay un aumento de enfermedades en los niños que no tenían antes como hipertensión, alteraciones del colesterol, depósitos de grasa en hígado o diabetes tipo 2. Aclarar que la obesidad no es aumento de peso sino de grasa corporal y hay períodos críticos para el desarrollo de la adiposidad. Cada vez se inicia más temprano así que se debe empezar ya desde el feto con una buena alimentación de la madre que dejará una huella metabólica en el feto que va a condicionar de qué va a enfermar. También es importante el estilo de vida en el primer año. Los niños que se alimentan con leche materna tienen menos riesgo de desarrollar estas patologías.
Algunos consejos:- una buena introducción de la alimentación complementaria a partir del sexto mes de vida, – una buena incorporación en la mesa donde aprenda los hábitos de vida saludables, -incorporar la actividad física y reducir el sedentarismo muy relacionado con las pantallas. Cuanto más tarde se trate la obesidad en la niñez más riesgo hay de tener obesidad de adultos.
¿Cómo debe ser la dieta?
En la base de la pirámide alimentaria, la actividad física debe figurar como un alimento más: correr, jugar, ir caminando al colegio, ayudarnos a recoger la mesa… Reducir el tiempo que dedican a las pantallas porque en este tiempo además de no consumir energía, consumen alimentos que anuncian estas pantallas. En la dieta deben estar los cereales integrales, dos piezas de verdura y dos de fruta, lácteos fundamentalmente desnatados, aceite de oliva, pescados tres veces a la semana y muy excepcionalmente bollería industrial y bebidas azucaradas. Hoy forman parte del día a día. Es un aporte de energía sin aporte de nutrientes. Como acompañante el agua con las comidas y leche como alimento líquido.
Para acabar con la obesidad infantil tenemos que estar todos unidos: familia, escuela y comunidad. Debe participar la industria alimentaria, de la moda, autoridades sanitarias y gubernamentales.